jueves, 11 de noviembre de 2010

OBAMA PIDE PAZ A ORIENTE

RELACIONES DE USA CON EL MUNDO MULSUMAN SIGUEN ROTAS



Musulmanes desconfian del gobierno de los Estados Unidos
 
A PESAR DE ESFUERZOS DE OBAMA LOS REPUBLICANOS NO DEJAN PROSPERAR LA ARMONIA.

Estuvo menos de un día –tuvo que acortar su visita debido a la erupción del volcán Merapi– pero la estadía del presidente de Estados Unidos en Indonesia, país en el cual vivió cuando estaba comprendido entre los seis y diez años de edad, ha tenido ya una gran repercusión.



Ayer, el mandatario estadounidense visitó la mayor mezquita del país y pronunció un discurso en la Universidad de Indonesia en la cual hizo un llamado al mundo musulmán a sumarse a Occidente en la lucha contra Al Qaeda y el terrorismo.


Obama además reconoció que las relaciones de Estados Unidos con el mundo islámico continúan fracturadas a pesar de sus esfuerzos por mejorarlas e instó a todos a mirar más allá de “las sospechas y la desconfianza” para forjar terreno común contra el terrorismo.


Al retomar un tema que mencionó el año pasado en visitas a Turquía y Egipto, el mandatario dijo: “He dejado en claro que Estados Unidos no está y nunca estará en guerra con el islam (...) Aquellos que quieren construir no deben ceder terreno a los terroristas que buscan la destrucción”.

Los EEUU lanzan firme advertencia a Corea del Norte

"Corea del Norte necesita cumplir con sus obligaciones para eliminar su programa de armas atómicas. Sólo cumpliendo sus responsabilidades -y no amenazando a otros- Corea del Norte encontrará una seguridad y respeto reales", dijo Obama.



Si esto ocurre, "los Estados Unidos está preparado a dar asistencia económica a Corea del Norte y a ayudarlo a integrarse en la comunidad internacional", agregó el mandatario en conferencia de prensa en Seúl con su par surcoreano, Lee Myung-Bak.


La visita de Obama a Seúl para asistir a la cumbre del G-20 coincidió con un momento de particular tensión en la siempre volátil península coreana por el hundimiento, en marzo, de una corbeta surcoreana y la muerte de 46 de sus marineros.



PRESIDENTAS LATINAS EN SEUL G20

Cristina Fernández de Kirchner, con un abrigo negro. Lee le dio el pésame por la reciente muerte de su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, y la mandataria se emocionó.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó junto con su sucesora, Dilma Rousseff,

Seúl.- Corea del Sur fue el escenario hoy de la primera cumbre del G20 en un país emergente y en Asia, y quiso estar a la altura: 60.000 policías y soldados, miles de voluntarios sonrientes, banderas, cortes de tráfico y esfuerzo para que se logren avances en una cumbre que por ahora se ve paralizada por el conflicto por los tipos de cambio. LA CUMBRE G20 COREA



La primera cita de los jefes de Estado y de gobierno fue en el Museo Nacional de Corea, un imponente edificio por cuyos largos pasillos desfilaron los mandatarios rodeados de decenas de soldados enfundados en trajes tradicionales coreanos, explicó DPA.


Uno de los momentos más emotivos de la recepción previa a la cena celebrada por el presidente Lee Myung-bak fue la llegada de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, con un abrigo negro. Lee le dio el pésame por la reciente muerte de su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, y la mandataria se emocionó.
Tras la foto de rigor, el presidente coreano le tomó la mano nuevamente y volvió a darle ánimos, como seguramente hicieron luego el resto de mandatarios con los que aún no se había cruzado.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó junto con su sucesora, Dilma Rousseff, quien antes de la foto se quitó el abrigo para lucir una blusa verde, y a la que Lula le tomó el sobretodo para pasarlo a un asistente y que no saliera en la imagen.
Rousseff, que fue invitada a asistir a todas las reuniones del G20 y debuta así en una cita internacional, se veía poco acostumbrada a los protocolos, pues luego tuvo además que cambiarse de sitio para la foto.
El estadounidense Barack Obama fue de los últimos en llegar y lo hizo sin su esposa, Michelle, que se encuentra en Alemania.
Uno de los pocos momentos en que la cumbre arrancó sonrisas, quizás incluso a Fernández de Kirchner, fue cuando se conocieron algunos deslices con la imagen de la mandataria argentina y de la primera ministra de Australia, Julia Gillard.
The Korea Times publica hoy un breve perfil de cada mandatario presente en la cumbre acompañado de una caricatura. La de Fernández de Kirchner retrata a la mandataria con pelo rubio en vez de su melena morena, y sujetando un abanico, un complemento más español que argentino.

Como parte de su breve semblanza destaca que la llaman "la nueva Evita" (en alusión a la esposa del presidente Juan Domingo Perón).

Varios presidentes aparecen en las caricaturas del Korea Times vinculados con sus aficiones deportivas. Así, Felipe Calderón, de México, va sonriente en bicicleta, mientras que el brasileño Lula da Silva corre tras una pelota con la camiseta de la selección de su país.


Por su parte, Gillard se habrá sorprendido seguramente al verse en unas pequeñas figuras de papel maché que se encuentran en el centro de la ciudad y que representan a los líderes vestida como una típica campesina austríaca.


Gillard está representada, como su par alemana, Angela Merkel, con un vestido tradicional, salvo por el hecho de que Australia se encuentra muy lejos de los Alpes.




¿VOLVERÁ EL PATRÓN DE ORO?
EL ORO SEGUIRA SUBIENDO SU PRECIO


La guerra de divisas



Como en el campo del comercio hay poco que hacer, desde hace unos meses algunos de los gobiernos parece que se han decantado por jugar con el valor de sus divisas. En este campo, la acusación a China es que mantiene su moneda artificialmente devaluada desde hace años y por eso mantiene esos descomunales superávit comerciales. En este sentido, el G-20 acordará "detener la devaluación competitiva": en otras palabras, pedirá a EEUU y China que dejen de intervenir en los mercados de divisas.


Lo cierto es que desde que Pekín aflojó su control sobre su moneda en junio, el yuan se ha apreciado un 3%. Además, la inflación ha alcanzado en octubre su máximo en 25 meses, algo que también preocupa a las autoridades chinas y que también ayudará a que estén menos reticentes al encarecimiento de su moneda.


Sin embargo, ahora mismo las miradas están puestas en EEUU y no en China, puesto que es el país de Barack Obama el que es acusado en las últimas horas de querer devaluar su moneda. Esta sensación, que se acrecentó tras la última inyección de liquidez de Ben Bernanke, ha sido rebatida por el Gobierno norteamericano, que asegura que quiere un dólar fuerte. De hecho, numerosos economistas alertan del peligro de debilitar al dólar, que lleva más de medio siglo como moneda de referencia internacional, con todas las ventajas que eso implica.


En cualquier caso, las tornas se han cambiado y ahora son Alemania y China las que acusan a EEUU de devaluar artificialmente su moneda para beneficiar a sus exportaciones. Y Alan Greenspan, anterior presidente de la Reserva Federal norteamericana, ha intervenido en el debate complicando aún más las cosas a su Gobierno, al que ha acusado en el Financial Times de seguir "una política de debilitación de la moneda". Algo a lo que ha respondido este mismo jueves Tim Geithner, secretario del Tesoro del Gobierno de EEUU.
Las burbujas en los emergentes CUIDADO BRASIL


Sin embargo, no sólo la guerra comercial y de divisas centrará las discusiones del G-20. Como efecto colateral de todo lo ocurrido en los últimos meses, los países emergentes están recibiendo ingentes cantidades de dinero. Los inversores que ya no encuentran buenas rentabilidades en las economías avanzadas (con bajos tipos de interés y crecimiento plano) están buscando dónde colocar su dinero.


Aunque la inversión exterior casi siempre es bien recibida, el problema es que esto puede generar dos efectos indeseados: una apreciación de la moneda de estos países (que golpearía sus exportaciones) y un exceso inversor en determinadas áreas (lo que podría generar nuevas burbujas). Brasil puede ser el mejor ejemplo de esto, puesto que su tasa de interés del 10,75% y su crecimiento del 7% anual ha atraído a los inversores internacionales. Y, evidentemente, los precios del real y de las materias primas ya están notándolo.

G20 HOY

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