viernes, 18 de febrero de 2011

¿Tiene la culpa la religión?



  • Aparentemente, el vinculo entre religion y violencia existe practicamente en todos los lugares; se han dado brotes de violencia religiosa protagonizados por grupos cristianos de extrema derecha en Estados Unidos, entre airados musulmanes y judios en oriente proximo, entre hindues y musulmanes enfrentados en el sur de Asia y en las comunidades religiosas indigenas de Africa e Indonesia; los individuos implicados en ellos utlilizan la religion como fundamento de su identidad politico y para dar licencia a sus ideologias de venganza". (Terrorismo religioso. El auge global de la violencia religiosa)
  • "De manera ironica, las naciones fervientemente religiosas con frecuencia tienen los peores males sociales; la saturacion de la religion ha fracasado en el intento de evitar un alto nivel de criminalidad. Las pruebas parecen claras: para encontrar condiciones de vida seguras, decentes, ordenadas y "civilizadas", evite los lugares que sean intensamente religiosos". (Odio sagrado).
Fuente: Atalaya enero 2011

miércoles, 16 de febrero de 2011

Una mirada al mundo

En Tanzania hay 1 medico por cada 64000 personas (The Citizen, Tanzania)

"Al menos 1000 millones de personas padecen desnutrición crónica, por lo que se logrará reducir sustancialmente el numero de hambrientos en el mundo para el 2015, uno de los objetivos de desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas". (Science, Estados Unidos).

"Las cien principales empresas fabricantes de armas del mundo, ingresaron 385000 millones de dólares en el 2008, un aumento de 39000 millones con respecto al año anterior (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, Suecia).


PERU NNUU ONU
Ban Kin Moon,exhortó al Pdte. del Perú Dr. ALAN GARCIA que respete los derechos de los pueblos
Secretario General de la ONU precisó que la situación de los PP.II. en el país es preocupante.



AIDESEP, 15 de febrero de 2011. En el mismo Palacio de Gobierno y frente al presidente Alan García; el secretario general de las Naciones Unidas – ONU, Ban Kin Moon, dijo que la situación que viven los pueblos indígenas en el país es una preocupación latente para la organización internacional y exhortó al jefe de Estado a que respete los derechos de los pueblos cumpliendo con los procesos de consulta y participación cuando un proyecto se va a ejecutar en sus tierras.

BRASIL
Denuncian que más del 30% de territorios de los pueblos Awá, en Brasil, han sido destruidos


AIDESEP, 16 de febrero de 2011. La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña – COIAB denunció que la destrucción de los territorios de los pueblos Awá – Guajá ha sido devastada en más del 30%, una tragedia para un pueblo que vive en forma autónoma y libre en los bosques, en función de los recursos naturales para su supervivencia. El pueblo Awá -Guajá lo conforma alrededor de 400 personas, incluidos los que viven sin contacto con la sociedad nacional.


ECUADOR
Dictan falló que obliga a Chevron pagar 9.510 millones de dólares por daños causados en la amazonía ecuatoriana

AIDESEP, 16 de febrero de 2011. En un histórico fallo, el juez de la corte de justicia de Sucumbíos en Lago Agrio, Ecuador; consideró que la compañía norteamericana Chevron-Texaco es responsable de la contaminación que afectó durante decenios a la Amazonía ecuatoriana a causa de las operaciones de extracción de petróleo que efectuó esta compañía. El juez dictaminó que la Chevron-Texaco debe pagar 9.510 millones de dólares por los daños causados.

lunes, 14 de febrero de 2011

Perú: Grupo Técnico del Agua en Huancavelica cuestiona proyecto Choclococha


Servindi, 14 de febrero, 2011.- El Grupo Técnico Regional del Agua de Huancavelica (GTRAH) emitió un pronunciamiento en el que cuestiona el proyecto hídrico de Choclococha que es uno de los que estaba comprendido en el Decreto de Urgencia 001.
El Proyecto Choclococha Desarrollado comprende la Construcción de la Presa El Tambo, la construcción del canal colector Ingahuasi y la refacción de obras existentes.

Pronunciamiento

Los miembros del Grupo Técnico Regional del Agua de Huancavelica (GTRAH), conformada por instituciones públicas y privadas preocupadas por gestión integral del recurso hídrico, nos dirigimos a la opinión pública local y nacional, para cuestionar la expedición de los Decretos de Urgencia Nº 01-2011 de fecha 18-01-2011 y el D.S. 02-2011 de fecha 20-01-2011 respectivamente, que declaran de “interés nacional” la ejecución de una serie de obras, entre ellas el Proyecto Choclococha Desarrollado, el mismo que comprende la Construcción de la Presa El Tambo, Construcción del Canal Colector Ingahuasi” y la Refacción de Obras Existentes, todos estos en la jurisdicción de las comunidades campesinas de la provincia de Huaytará-Huancavelica. Consideramos que el exonerar a estos proyectos del requisito previo de la certificación ambiental para la obtención de autorizaciones administrativas de carácter sectorial, vulnera derechos fundamentales de las comunidades campesinas, como el de la consulta previa y la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental.

1.- Antecedentes:

El Proyecto de Canal de Trasvase Choclococha, que ya viene funcionando hace más de 50 años y se encuentra en territorio huancavelicano, nunca contó, ni cuenta en perspectiva con un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental, el mismo que permitiría la remediación e indemnización por los daños ocasionados en los bofedales, el movimiento de tierras, el impacto en el hábitat alpaquero y los problemas sociales generados y persistentes en perjuicio de las comunidades altoandinas de Huaytará y Castrovirreyna, cabeceras de las cuencas que proveen agua para la Costa.
Las comunidades campesinas de Huancavelica, encabezadas por la comunidad de Carhuancho, han reiterado en muchas oportunidades las razones de su oposición a cualquier proyecto futuro que afecten sus intereses, principalmente que afecten su supervivencia y desarrollo económico y social.
El pretendido Proyecto Colector Ingahuasi, que fuera impulsado por el PETACC en el 2003, tuvo el rechazo definitivo desde Huancavelica debido a que se gestó y se presentó sin el requisito de una licencia social, e incluso sin la presentación de los Estudios de Impacto Ambiental, respectivos.
Este último fue motivo de observación por el propio Ministerio de Agricultura y del Ministerio del Medio Ambiente, quienes objetaron la continuidad de la gestión del Colector Ingahuasi. Este caso fue elevado como queja al Tribunal Latinoamericano del Agua que dio razón a los reclamos de la comunidad campesina de Carhuancho, además de recomendaciones explicitas como el respeto a los derechos de las comunidades campesinas y la consideración especial por tratarse de comunidades con autodeterminación que el Estado debe de proteger.
El Gobierno Regional de Ica y el PETACC en el año 2007, asumieron compromisos de respeto hacia las comunidades campesinas huancavelicanas, y con posibilidades de apertura de procesos de negociación bajo principios de respeto mutuo. Sin embargo, esto no ha estado ocurriendo, y una vez más, de manera poco transparentes han continuado desarrollando sus “lobbies” en el más alto nivel a fin de forzar la ejecución del Proyecto Choclococha Desarrollado y otros, dejando fuera de la negociación a los pueblos de Huancavelica en cuyo territorio se encuentran las cabeceras de los ríos hoy amenazados.

2. Derechos Vulnerados:

La emisión de los DU 001 y 002 -2011, que implican los proyectos pretendidos por Ica, tanto la Central Hidroeléctrica El Tambo, el Colector Ingahuasi, el Proyecto Choclococha Desarrollado, vulnera gravemente la institucionalidad democrática, la participación ciudadana, equidad social y nuestros derechos culturales. Esta misma norma transgrede las normas ambientales, las posibilidades de una gestión territorial y la formación de las futuras cuencas compartidas, amenaza latente de un conflicto no resuelto o haciéndolo de manera unilateral, nos da mucha desconfianza. Entonces para qué hemos invertido para tener una Ley de Recursos Hídricos, estándares de calidad ambiental, entre otros, si en un solo acto prepotente por demás, se opta por la imposición y dejando a unos ganadores y a otros perdedores, como siempre ha sido.
¿Cuál es la urgencia del actual gobierno para ejecutar estos megaproyectos, exonerando de requisitos que garantizan que se realicen respetando los derechos fundamentales de protección del medio ambiente y la obligada consulta de las comunidades campesinas?
Pero el más serio cuestionamiento se refiere a la declaración de “interés nacional” de estos proyectos, con fines de agilizar su construcción; entre ellas el proyecto del “Canal Colector Ingahuasi”, seriamente cuestionado en su diseño pues bordea los nevados y no permite que el agua discurra hacia las altiplanicies donde la Comunidad de Carhuancho y otras las utilizan en su principal y casi única fuente de ingresos, como es la crianza de alpacas. Aquí también identificamos otra contradicción ya que la producción alpaquera ha sido identificada como uno de los potenciales de la región en el Plan de competitividad. Por tanto, es evidente que esta obra sólo responde al interés de grupos, por una lado los productores y por otro los contratistas de las obras, negando y excluyendo el derecho de estas comunidades al agua para su actividad económica principal.
Instituciones defensoras de los derechos humanos públicas y privadas a nivel nacional, incluyendo la Defensoría del Pueblo; medios de comunicación serios se han pronunciado en contra de estos Decretos de Urgencia, por no cumplir los requisitos formales para la expedición de este tipo normas como se ha explicado líneas arriba, y además por vulnerar derechos fundamentales como es el derecho a un medio ambiente adecuado al desarrollo de la vida, previsto en el artículo 2 inc. 22º de la Constitución Política y el derecho a la consulta garantizado por el artículo 6º del Convenio Nº 169 de la OIT. Además la Defensoría del Pueblo ha exhortado al Congreso de la República a ejercer las facultades de control de la constitucionalidad para que derogue estas normas.

3.- Nuestra Propuesta

Pero, si el gobierno central insiste, pese a las críticas a ejecutar estas obras, no habrá más remedio que interponer acciones de inconstitucionalidad contra estos Decretos Supremos, para evitar se haga irremediable los perjuicios, por ello invocamos a los Congresistas Huancavelicanos, al Gobierno Regional de Huancavelica y al Consejo Regional de Huancavelica que se reúna y acuerde interponer estos procesos, que para ello están facultados. Mientras ello, todas las fuerzas vivas, lideradas por sus autoridades deben emitir cartas dirigidas al Gobierno Central, condenando estas actitudes unilaterales y nada democráticas, exigiendo la derogatoria de los Decretos de Urgencia que atentan la dignidad de Huancavelica, en particular.
Huancavelica, 10 de Febrero del 2010
Fuente: SERVINDI

España: Los límites de la interculturalidad


Por José Rafael Sáenz March*
14 de febrero, 2011.- España siempre ha sido multicultural, lo cual no significa que haya sido, ni sea, intercultural. Multiculturalidad e interculturalidad no son conceptos sinónimos, aunque muchos, incluso algún «especialista», los confundan.
La talla sociológica, antropológica, pedagógica, política y ética de la interculturalidad dista tanto de la multiculturalidad como un sistema sanitario de una epidemia. La interculturalidad es una manera de vivir la diversidad cultural mucho más exigente que la mera coexistencia multicultural. El prefijo «inter» nos da la clave. «Multi» sólo significa «muchos» o «varios», pero «inter» implica interrelación, reciprocidad.
La interculturalidad requiere el respeto mutuo, pero también exige la convivencia constructiva y la cooperación de todos.
Una sociedad intercultural no obliga a nadie, nativo o extranjero, a renunciar a sus esquemas culturales y reemplazarlos por los de la sociedad receptora o los de la cultura en ella dominante (asimilacionismo). Tampoco consiste sólo en admitir en un territorio la presencia de grupos culturales diversos, aislándolos en guetos o condenándolos a ser ciudadanos de tercera (segregacionismo). Menos aún se trata de alcanzar una síntesis de culturas -ni siquiera entresacando «lo mejor» de cada una- para construir una «monoculturalidad», una cultura única universal (sincretismo).
El sincretismo cultural que pretenden implantar ciertos grupos o corrientes, como la masonería o la ‘new age’, son rodillos aplastadores de las diferencias culturales, de la gran riqueza que supone la diversidad cultural humana. Son formas de globalización descarada e indeseable que, paradójicamente, no son criticadas por los grupos anti-globalización, sólo preocupados por la también indeseable colonización cultural mundial, por el «estilo de vida norteamericano». Cada ser humano es único e irrepetible. Tan valiosa es nuestra igualdad como nuestra diversidad.
Una sociedad intercultural debe detectar y rechazar los prejuicios y estereotipos culturales y evitar el racismo y la xenofobia. Además, la interculturalidad exige que los distintos grupos culturales se relacionen entre sí con toda normalidad, más allá de la mera coexistencia pacífica, que exista una comunicación fluida entre ellos, que sean capaces de negociar objetivos comunes y perseguirlos juntos, y que la diversidad cultural, lejos de ser una dificultad social, se acepte como una riqueza humana de la que todos pueden beneficiarse si media la humildad y la buena voluntad.
La «tolerancia» se propone como un valor estelar de la democracia y de la interculturalidad, pero en ella está precisamente uno de los puntos en los que topamos con los límites que dan título a este artículo. Desde hace unos años, el hipertrofiado valor de la tolerancia ha tenido que ser «reajustado» con la aparición de numerosas «tolerancias cero», como las relativas a la violencia. No podía ser de otra forma, pues no todo es tolerable. En una democracia, cada uno puede pensar lo que quiera, pero de ninguna forma puede hacer lo que le venga en gana.
En los regímenes verdaderamente democráticos, debe existir la libertad de pensamiento y de expresión, pero igualmente necesitan unas normas estrictas para asegurar su propia esencia, para que los derechos y libertades de todos estén garantizados y no puedan ser aplastados por nada ni por nadie.
La democracia requiere imponer algunos implacables límites a la libertad. La libertad individual acaba exactamente en el punto donde resulta amenazada la libertad y los derechos del otro.
Un gigantesco logro de la sociedad noroccidental es haber conseguido consensuar y redactar una Declaración Universal de los Derechos Humanos que recoge el mejor sentir ético de toda una civilización. Los países que se han adherido a ella, como España, han trasladado esos principios a sus Cartas Magnas, como es el caso de la Constitución Española. Estos son los marcos normativos irrenunciables que deben presidir la convivencia social y la actividad política.
También la interculturalidad tiene límites, pues no toda costumbre o práctica puede ser aceptada y consentida, por muy propia que sea de ciertos grupos culturales. Por desgracia, siempre aparecen posturas extremistas, en casi todos los asuntos humanos, que sacan de quicio las cosas desde planteamientos ideológicos irracionales. Hay quien se empeña, por ejemplo, en negar todo derecho al inmigrante en igualdad con los de la sociedad receptora. Y en el otro extremo, hay quien justifica toda costumbre cultural, por muy cruel o indeseable que sea, incluyendo ablaciones y lapidaciones.
Pues miren, no, ni lo uno, ni lo otro. La interculturalidad también tiene sus «tolerancias cero», sus límites y sus exigencias, que obligan tanto a la sociedad receptora o mayoritaria, como a las personas y grupos culturalmente diversos que desean vivir en un país democrático. El respeto no es unidireccional, sino recíproco. Todos, sin excepción, sean nativos o extranjeros, mayorías o minorías, deben asumir los derechos humanos. Una sociedad intercultural no exige a nadie que renuncie a su forma de pensar, pero sí que se ajuste en su forma de actuar.
Bienvenido, por tanto, cualquiera que desee compartir nuestra tierra, nuestros fines, nuestras ilusiones, nuestros problemas y nuestro trabajo y respetar nuestros logros éticos, que siglos de historia y mucho esfuerzo y sangre nos han costado construir. Nuestra sociedad está llena de defectos, como todas, y también incumplimos muchas veces los Derechos Humanos de los que tanto hablamos, pero estos siguen siendo el ideal colectivo de humanidad al que queremos llegar y el contexto normativo en el que debemos movernos. Quién no los comparta, ya sabe dónde tiene la puerta.
* José Rafael Sáenz March es licenciado en pedagogía y máster en investigación psicopedagogo de menores y profesor universitario.
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